Cuando hablamos en público el componente sentimental de nuestro discurso debe estar presente siempre ya que es la forma de conectar con el público y, por ende, conseguir influir en ell@s y que se produzcan cambios. Una técnica esencial para conseguir esto es “Contar historias” ya que las historias plantan ideas y emociones en el cerebro de quién las escucha.
Las historias, por decirlo de alguna manera, hacen que el cerebro del narrador y del oyente se sincronicen –o dicho de otra manera, haya un acoplamiento entre cerebro y cerebro- ya que permite sentir mucho más al público, lo sitúa en un contexto y lo transporta. Lo conecta y lo hace disfrutar y permite que el mensaje cale mucho más en ell@s. Las historias son datos, con alma.
A la hora de planificar la inclusión de historias en nuestra exposición tenemos 3 fuentes principales de donde obtener “esas historias”. Estas fuentes son:
Para concluir con este post quiero compartir un video con vosotr@s. Está sacado de la plataforma TED y nos anima, a través de anécdotas personales de la conferenciante, a luchar siempre por lo que queremos. Sinceramente, es magnífico.
Feliz día y recordad… «las historias vuelven los conceptos e ideas en tangibles.”
Isaac Albarracín