Según la OMS, la salud, se define como “el estado de pleno bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad.” Partiendo de esta definición, hay un par de cosas que me llaman la atención. Por un lado, que la salud sea considerada como algo más que “la ausencia de enfermedad”. Bien, estoy muy de acuerdo. Por otro lado, el concepto “bienestar social”. A raíz de encontrar este concepto he empezado a indagar y he decidido compartir lo que he descubierto con tal de que todos/as podamos mejorar nuestra salud social –en la medida que podamos-.
SALUD SOCIAL
En una primera aproximación al concepto quizás lo que se nos venga a la cabeza es que se trate de la habilidad o capacidad de las personas para establecer y/o mantener relaciones sociales satisfactorias, pero en realidad va más allá. Entonces, ¿Qué es la Salud Social? Pues, es la habilidad o capacidad para la adaptación y la autogestión ante los cambios y desafíos del entorno, así como la capacidad para desarrollar y/o mantener relaciones satisfactorias con otras personas.
FACTORES QUE PUEDEN INFLUIR
La OMS ha identificado los determinantes sociales de la salud en general, que también incluye la salud social. Según ellos, estos son:
Como se puede ver, variables que difícilmente podemos controlar. Más bien, variables que escapan por completo a nuestro control individual –aunque si podemos generar cambios mediante “nuestro voto”. ¿Cómo mejorar pues nuestra Salud Social? He encontrado una serie de consejos que comparto con vosotros/as por si podéis o queréis cambiar alguno. Aquí los tenéis:
ESTAR ABIERTOS A LA EXPERIENCIA Y LA DIVERSIDAD
Más que les pese a algunas personas, las sociedades actuales son diversas y aceptar y disfrutar de esa diversidad es una forma de integrarnos y adaptarnos mejor a lo que nos rodea. No debemos imponer barreras culturales, de género ni de raza que nos impidan relacionarnos saludablemente y, por ende, tener mejor salud social.
DEDICAR TIEMPO A NUESTRA FAMILIA Y AMIGOS.
Muchas veces por exceso de trabajo, incompatibilidades horarias u otras razones –o excusas-, tiempo es lo que menos tenemos para dar. Nos sustituimos a nosotros mismos por mensajes rápidos de textos –o Whatsapps-, alguna llamada esporádica o regalos ocasionales. Este comportamiento lleva, a la larga, a que se afecten nuestras relaciones interpersonales. Para tener relaciones personales saludables lo más importante es “darnos a nosotros mismos”. Eso significa dedicar tiempo a estar con quienes deseamos relacionarnos. Veréis que satisfacción.
ESCOGER CON QUIÉN COMPARTIMOS NUESTRO TIEMPO
En relación a lo anterior, hay que tener muy presente este consejo. Ya sabemos que el tiempo es escaso y muy valioso, de ahí que cuando decidimos compartirlo con otras personas, estas deben contribuir a nuestro bienestar. Relaciones tóxicas, que generan estados negativos o que lleven a tomar decisiones evidentemente equivocadas, no contribuyen a mejorar nuestra salud social. ¿Conocemos de estas? Apártenoslas de nuestra vida.
CONTRIBUYAMOS EN NUESTRA COMUNIDAD
Si queremos tener una mejor salud social, entonces podemos comenzar por contribuir a que nuestro entorno sea un lugar más saludable. Ecologismo, sostenibilidad, exclusión social, género, menores con entornos desestructurados, todo tipo de pobreza… Como sociedad tenemos un sinfín de retos, muy urgentes que requieren de la implicación como personas. Identifiquemos las oportunidades que existen de ayudar; desde el voluntariado, por ejemplo, o simplemente formando parte de grupos comunitarios con intereses similares.
Espero que estos pequeños consejos os hayan venido bien y os ayuden a mejorar vuestra salud social y si queréis algo, por aquí podéis contactarme.
Feliz día.
Isaac Albarracín